Estuve ausente...me fui tan lejos como llevada por la brisa del mar que hoy esta frente a mis ojos...y el mar que me llevó me trajo nuevamente. Un adiós, un beso frío, una noche negra...un nuevo amanecer es lo que me dejó el susurro de aquel nombre...

martes

¿Ángel o demonio?

¿Cómo hago para penetrar en tus sentidos,
para llegar a lo profundo de tu oscura mirada?
aquella con la que estremeciste mi cuerpo hace tanto tiempo
aquella con la que aún hoy en día me estremezco con sólo recordarla.
¿Cómo hago para entender tus pensamientos, para ver más allá?
¿Cómo hago para llegar hasta dónde nadie llegó?
¿Como hago para construir mi nido en la última de tus ramas?
¿Cómo hago para descubrir quién eres el realidad?
Te presentaste ante mí como un ángel con el ala rota
indefenso, tierno y necesitado de amor y pasión,
tus brazos fueron mi prisión, y yo feliz me dejé apresar,
tus besos me transportaban a lugares dónde todo era posible,
tus caricias encendían mis sentidos y me obligaban a desearte.
Pero un día el ángel cambio de piel, cambio de mirada,
y fue entonces que conocí algo más de ti
y lo que descubrí me gustó aún más, y me ató aún más.
Tras el velo de tu misterio asomó una mirada de fuego,
que me lo decía todo sin siquiera hablarme,
que me lo pedía todo sin darme tregua.
Apareció ante mí un ser hecho de deseos insatisfechos
que me atrapó con su sombra de sensaciones,
y yo, rendida y sin querer luchar, me dejé llevar…
y hoy aún navego a la deriva en mi mar de pasiones,
explorando cada parte de su ser, intentando por fin conocerle,
¿Ángel o demonio? ¿Quién lo puede saber?
Lo único que sé es que él rebasa mis expectativas,
me aniquila, me desbarata, y me vuelve a construir con sus manos
Así es él…y así soy yo

No hay comentarios: