Estuve ausente...me fui tan lejos como llevada por la brisa del mar que hoy esta frente a mis ojos...y el mar que me llevó me trajo nuevamente. Un adiós, un beso frío, una noche negra...un nuevo amanecer es lo que me dejó el susurro de aquel nombre...

sábado

La Derrota

Me dejaste sin fuerzas… vencida,
derrotada por tus ansias… plena,
satisfecha de tu amor y tus deseos,
llena de tu esencia, de tus caricias.
Me dejaste sin respiro…agotada,
¡casi se me va la vida bajo tus brazos!
¡casi pierdo la razón y la cordura!
en sólo horas, que parecieron días.
Me grabaste en tus entrañas,
y con mis uñas te escribí mi nombre,
me tapiaste con tu cuerpo,
me amarraste entre tus piernas,
me ahogaste de deseo,
y a borbotones me bebí
todas mis culpas y mis miedos.
En esta batalla de amor pleno,
ganaste tú y perdí yo,
y con la cabeza hundida
avergonzando al qué dirán,
en esta lucha cuerpo a cuerpo
satisfecha te declaro: 
como mi único vencedor…

domingo

"Donde siempre"

Te espero, donde siempre,
donde la noche fue enceguecida,
donde la luna enloqueció de amor,
donde el reproche quedó amordazado.
Te espero, inquieta, deseosa,
en el lugar perfecto, y la hora perfecta,
donde las palabras hallaron muerte,
donde el silencio reinó triunfante,
donde el deseo se pasea desnudo.
Ahogaré mis gritos…mis ansias,
esperaré el momento exacto
para comerme todo tu amor,
bocado a bocado...
Te espero, donde siempre,
ligera de miedos, de reproches,
encaramada sobre tu recuerdo,
envuelta en deseo, en impaciencia,
dispuesta a tus demandas,
a todo lo que quieras…a todo lo que puedas…

viernes

La Trampa

Te volví a creer otra vez…¡mira que tonta fui!,
tonta de mi que volví a correr hacia tus falsas palabras,
que mansamente me até al cuello tu seducción,
que sin pensarlo dos veces me entregué a tu sonrisa;
y tú con el arte del engaño bajo la manga,
con tu astucia me rondaste, me cercaste…y esperaste...
colocaste la trampa y me viste caer en ella,
para luego devorar a tu presa sin ningún remordimiento.
Tonta de mí, que me dejé engañar…que no supe esperar,
que me dejé llevar hacia donde tú querías,
que te abrí las puertas de mi habitación y de mi alma,
y tú villano apetecible, que mentías como nadie,
y que también me amabas como nadie,
que adormeciste mis oídos y me pintaste flores en la cabeza.
Hiciste bien tu trabajo, hasta que te descubrí,
hasta que dejaste el rastro de tu engaño,
y ahora conozco tu juego… ahora te conozco bien.
Cuando entres por esa puerta, no te escucharé,
me dormiré pegada al teléfono, pero no te llamaré,
morderé de a pocos mi almohada, pero no te pensaré…
arañaré mis sábanas, pero no te nombraré...
reprimiré mis ganas de ti, pero no te buscaré…
esta vez no caeré de nuevo... en tu trampa.