Estuve ausente...me fui tan lejos como llevada por la brisa del mar que hoy esta frente a mis ojos...y el mar que me llevó me trajo nuevamente. Un adiós, un beso frío, una noche negra...un nuevo amanecer es lo que me dejó el susurro de aquel nombre...

viernes

Señor Tiempo

Intenté detener el tiempo en mis manos,
desbaratar sus manecillas con mis uñas,
y con ellas hacerme un collar de sentimientos.
Intenté secuestrar al minutero, amordazarlo,
y llevarlo al sótano de los incomprendidos,
en medio gente que ha perdido la razón;
pero la noche ha llegado a su fin,
la claridad dejó al descubierto mis miedos,
lo desordenado de mis nostalgias,
colgada cada una de mi lágrimas de sal.
¡Señor tiempo, ha llegado usted demasiado pronto!
En medio de la neblina de la sin razón,
le supliqué detenerse su danza,
me lancé a los rieles del tren de mis recuerdos,
pero usted, viéndome,  pasó sobre mi,
como quien aplasta una hoja seca,
desahuciando mi corazón …
Señor tiempo, otra vez ha llegado,
sonando doce largas campanadas,
que él oirá y lo harán alejarse de mi,
mientras yo me quedaré despierta,
esperando que usted se digne
a sonar nuevamente doce campanadas más…..

jueves

En el Callejón

En una calle solitaria va caminando,
cartera en mano, taco aguja, pelo al viento
oye pasos detrás de ella…cerca, muy cerca,
apresura la marcha con miedo, con angustia,
dobla en la esquina, respira profundamente,
pero nuevamente vuelve a escuchar aquellos pasos,
esta vez más cerca aún… el miedo crece.
Entra en un callejón…sin salida,
las sombras le enseñan una silueta detrás de ella,
que avanza, que se hace cada vez más grande.
La toma del brazo, ella forcejea, se defiende,
grita con fuerza, pero nadie le escucha,
alcanza a ver unos ojos, brillando como faros,
le arroja el bolso, el reloj,  las joyas,
pero quedan regados en el suelo,
es a ella a quien busca... a quien desea,
la toma de la cintura, la atrae hacia él,
le busca los labios con insistencia, con desespero,
ella lo evade, lucha, pero él es más fuerte .
Siente sus labios sobre los suyos, apretándolos.
La respiración de aquel es agitada, intensa, febril,
sus manos recorren su espalda con vehemencia,
hurgan en el silencio, buscan con desesperación.
sin detenerse avanzan por todos lados,
cada rincón es investigado, es acariciado,
en aquel callejón sucio y polvoriento.
Ya sin fuerzas se deja llevar,
sus labios se hallaron,  se disfrutaron,
y tras el miedo, el silencio y la soledad
sus cuerpos se unieron en un mismo ritmo,
tumbados entre viejos cartones, bajo las estrellas,
sin detener la marcha, ni la intensidad...
hasta llegar a la máxima expresión de plenitud
hasta apagar sus gritos con los labios del otro.
Tras ello, se levantan, se visten, sacuden el polvo;
nadie dice nada, sobran las palabras…
Ella siguió su camino, él no volteó a verla.
miedo, pasión, desenfreno y un simple adiós,
mañana volverán a encontrarse, 
mañana jugarán nuevamente... 
como casi siempre lo hacen, 
el aquel callejón sucio y polvoriento...

viernes

El teatro de la vida

En este teatro de la vida, donde abundan las caretas y escasean las verdades,
hoy se estrena la obra “y llegó el final, sin siquiera avisar”
El público aguarda ansioso, esperando que empiece ya la  función,
los actores, o sea, tú y tristemente yo, detrás del telón de las mentiras,
esperando ver quién da el primer paso, quien apredió mejor el libreto,
El “adiós” es el primero llamado a entrar en escena, lleva la cara triste,
seguido del “márchate de una vez” que aún no aprende bien sus líneas,
esperando su turno está el “me mentiste” con la corbata ahorcando sus palabras,
para dar paso finalmente al “esto se acabó”, que se arrastra casi a punto de morir.
El público aplaude, algunos lloran, otros critican,  otros se durmieron ya,
cansados de ver la misma obra una y otra vez y siempre mal ensayada.
En este teatro de la vida, donde abundan las caretas y escasean las verdades,
hubo en la sala lleno total, pero en los corazones un vacío que asesina.
El trabajo siempre es arduo y la paga siempre es poca,
por amor al arte se aguantan muchas cosas, menos la traición.
Hasta una nueva temporada, hasta un nuevo estreno, hasta un nuevo amor,
hasta que los actores quieran interpretar un nuevo papel,
tragedia, drama, comedia es lo que siempre promete haber,
Hoy bajamos el telón, y mañana se abrirá, pues la función siempre debe continuar...  

sábado

Hoy llueve sobre tu piel

Hoy llueve sobre tu piel,
es una nube de estrellas estrellándose contra tu pecho,
es un rayo de amor que nos partió en dos
que remeció el firmamento y lo tiñó de carmesí,
que hizo avergonzar a la luna y dejó al cielo suspendido,
que espantó al sol y lo dejó perplejo,
que dejó al ocaso con la boca abierta,
que arrancó el naciente crepúsculo y lo sembró en ti,
Hoy llueve sobre tu piel,
gotas de amor que bailan sobre tu vientre,
que juguetean entre las zarzas de nuestros amores,
entre las llamas que arden entre tu boca y la mía,
entre los cuerpos que deseosos se buscan debajo del cielo.
Hoy llueve sobre tu piel
y son mis labios que no se sacian de ti,
es mi osadía que se desplaza, sin reservarse nada,
es mi secreto que se acurruca bajo tu cuerpo,
es mi inocencia, enviada a dormir temprano,
para dejar en libertad, las enormes ganas que tengo de ti…

viernes

"¡No más!"

Dale duro, golpéalo con tu desamor,
 fuérzalo a hacer lo que no quiere,
somételo a tus malos pensamientos,
arráncalo y devóralo sin remordimientos,
arrástralo por las calles oscuras de tu rencor,
tómalo prisionero, niégale el pan, niégale el agua,
deja que muera de a poquitos, deja que sufra,
viértele encima la lluvia de tus mil reproches,
róbale la risa, con dientes y todo,
miéntele todos los días, diciéndole que aún lo amas,
ata su destino a tu vida llena de prejuicios,
amordaza sus gritos, extingue su vida con tus palabras,
apaga con insultos, el rayito de luz que aún hay en él,
márcale en la frente que el único dueño eres tú,
pisotea su autoestima, no levantes tu pie de él,
arrójalo al hoyo de tus miserias, de tu frustración
échale la culpa de tu fracaso, y de lo que nunca llegará a ser,
cóbrale con intereses, cada beso que le diste sin sentir amor,
y tras todo ello, no pretendas nada más...
y tras todo ello, cierra la puerta tras de ti,
pues hiciste todo cuanto querías,
pero el corazón ha dicho: “¡No más!”