Y tú te acercaste a mi sin dejar de mirarme,
me susurraste tu nombre, el que sólo yo conozco
y me abrazaste con desesperación, con ímpetu
como si la vida misma se te fuera con ello,
como si fuera la última vez que estarías conmigo.
En medio de la noche me besaste con dulzura,
como se besa al viento en una noche de verano,
me tomaste entre tus brazos con firmeza
y me llevaste hasta dónde tu querías llevarme.
Me enseñaste lo que es amar intensamente,
sin vergüenzas, sin represiones, sin el que dirán,
me llevaste a caminar por el sendero de la dicha
echaste sobre mi tus pétalos de amor y pasión
bebimos juntos del manantial donde beben los amantes
y escondimos de la gente nuestro sagrado secreto.
Quedamos abrazados, como si no hubiera tiempo
como si el reloj hubiera dejado de caminar para ambos.
Atrapados en el tiempo, hemos quedado tú y yo
atrapados en aquel día…naciendo al amor
y muriendo para el mundo que no sabe querer.
Aún estoy en tus brazos, aún sueño despierta
aun te veo junto a mi, dulce y apacible.
El amor es un misterio revelado únicamente
para quienes se deciden a amar…
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