Soy hielo y me deshago en tus manos,
me quedo inerte, complacida, satisfecha,
tú eres fuego abrasador… te enciendes
me devoran tus lenguas incandescentes,
tus ojos que en llamarada calcinan mi inocencia.
Soy agua que en tus manos corre libremente,
que en tu boca se endulza con tus besos,
que sobre tu cuerpo se mezcla con la sal,
reinando sobre ti, sobre tu firmamento.
Soy lluvia que impetuosa me desbordo,
que te estremece y te obliga a buscar calor,
que se funde en tu cuerpo y te traspasa…
y que muere cuando de súbito te enciendes sobre de mi…
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